Él.

A ti, que eres parte fundamental de mi vida y adoras reírte de mis tonterías porque no soy capaz de ponerme seria.

No he empezado y ya no sé cómo continuar, ni terminar. Siempre me pasa contigo, siempre me ha pasado y creo que, para tu desgracia y desesperación, siempre me pasará. Ya sabes que yo soy más de explicarme con soniditos y onomatopeyas, ahí me las invente.
Intentare recuperar aquellas clases de Lengua y Literatura en el instituto, sobre como estructurar una historia o un texto. Así que… Empezar por el principio, lo mismo, será lo correcto.

Resultado de imagen de writer gif





Enero.
Empezó sin darnos cuenta, sin quererlo. Ni siquiera empezó del todo, pero no cabe duda que es la base de todo puesto que comenzamos a intercambiar (pocas) palabras. Ya nos conocíamos de antes, pero teníamos otras vidas, otros proyectos, no había modo de que nuestras vidas convergieran.
Ninguno de los dos estábamos en un buen momento, ni siquiera era medio bueno. Teníamos la archiconocida coraza en nuestro pecho, porque el sufrir es lo que tiene. Pero ahí estábamos, tú y yo, con nuestra, todavía vigente, manera de comunicarnos. Compartiendor palabras con alguien semi-desconocido como si fuera un colega de (casi) toda la vida.


Imagen relacionada

Febrero.
La cosa se pone seria. Estamos tentándonos, estamos intentando descubrir al otro y saber qué piensa, qué siente, qué intenciones tiene. 
Empezamos a sonreír
A sonreír cuando leemos el mensaje que el otro le ha dejado, a sonreír cuando vemos (y cotilleamos) las fotos de nuestras redes sociales o las que, en nuestras tonterías, nos mandamos.
Este mes es importante para los dos, se da el primer encuentro físico, sin contar el breve encuentro de cuando nos presentaron. Y nunca he estado tan nerviosa y tan segura a la vez. Yo sigo dolida, tu sigues intentando ayudarme, porque esa es tu naturaleza.
Y nos vemos. Haces una broma absurda agitando un billete de 10 euros y todo transcurre como si lleváramos una vida charlando y compartiendo momentos. Es natural, no hay nada forzado, y fluye. Fluimos. El agua del riachuelo nos mira desde abajo envidioso, mientras nuestros pies colgando desde donde estamos sentados se reflejan ignorando las sonrisas que se suceden más arriba.
Acaba el maravilloso día. Y llega el miedo.

Resultado de imagen de love gif

Marzo.
Sí, tengo miedo, sigo dolida, ni siquiera sé si se me pasara alguna vez. El pasado no para de llamar a mi puerta a porrazos mientras yo me tapo los oídos y me arrincono esperando que todo pase y las aguas vuelvan a su calma. Pero la peor tormenta estaba en mi cabeza. No quería, no quería volver a sentir nada importante que significase volver a estar expuesta, volver a poder sufrir, volver a poder llorar ahogando a la almohada.
Estábamos confusos. Tú también tenías miedo, lo sé, lo notaba. A que yo saliera huyendo, a no querer enfrentar cara a cara a la realidad de lo cómoda que me hacías sentir. Eso no estaba bien, no cumpliría mi promesa de apartarme de todo eso, era demasiado pronto. Y aún así escuchabas, comprendías, ayudabas. Ayudabas siempre porque, de nuevo, esa es tu naturaleza, es tu manera de ser, aun teniendo propios fantasmas llamando a tu puerta.
Pero ahí seguíamos los dos, sabiendo que queríamos continuar lo que sea que estuviéramos empezando, pero sin querer decirlo en voz alta por miedo a que yo huyera como un cervatillo asustado.


Resultado de imagen de sadness gif

Abril.
Sonreímos. Sonreímos mucho. Los de nuestro alrededor nos preguntan qué nos pasa, puesto que nuestra manera habitual de relacionarnos era con una cara seria fruto de todo lo anterior a “nosotros”.
Seguimos en las mismas, hay que tener cuidado con las palabras, pero ya un poco menos. Un poco más felices. Un poco más libres de prejuicios anteriores.

Resultado de imagen de sex in new york gif

Decidimos sin (o con menos...) miedo que queremos ser libres, pero compartiendo vida. No es una frase que lleve compromiso, por eso es perfecta. Pero ambos sabíamos que, aunque quisiéramos echar balones fuera, aunque no quisiéramos decirlo en alta voz, eso era irreversible. Yo formaba parte de tu día a día y tu formabas parte del mío, y que no faltase.
Y llego el momento, apurando el mes hasta el límite, en el que aún con el corazón y las manos temblando de miedo, pero con más ilusión, sin tanto vértigo. Te digo que lo intentemos, que sí, que confirmemos lo obvio, que empecemos oficialmente la historia que se venía cultivando desde hace semanas.




Mayo, Junio, Julio, Agosto, Septiembre, Octubre, Noviembre, Diciembre, Enero, Febrero, Marzo... Y llegó el año siguiente…

Y seguimos con nuestra máxima de “me quiero libre, pero contigo”. 

Hemos pasado tantas cosas (y las que quedan) que conocemos lo que piensa el otro sin apenas hacer gesto con el rostro. Seguimos sonriendo, pero ahora con el corazón abierto, abierto a la vida, a un futuro y a las promesas que siempre cumplimos.

Somos distintos e iguales, nos complementamos sin dejar de ser nosotros mismos.
Un hurra por el preciso instante en el que nos tiramos al vacío, porque ahora si me duele es pecho es de acabar llorando de la risa junto a ti.



Amar contigo se hace fácil.

Viva el nosotros.

Comentarios

A mi gente le gusta: